Siguiendo la línea del artículo anterior, en el que hablábamos del suelo pélvico en general y os contábamos que el suelo pélvico es «el suelo de nuestra casa», vamos a empezar a desarrollar las patologías mencionadas en esa entrada de una en una. Si no lo habéis leído, os invitamos a hacerlo .

De esta forma queremos que tengáis un conocimiento más amplio de lo que implican estas dolencias para que podáis reconocer los síntomas y poder darle solución.
Empezamos por el ámbito más general, que implica, sin distinción alguna, tanto a hombres como a mujeres, el dolor pélvico crónico (DPC). Dentro de las patologías del suelo pélvico, ésta es de las más comunes. Se sitúa por debajo del ombligo, entre las caderas, con una duración superior a 6 meses.
¿A cuántas personas conocéis con este dolor? Seguro que a muchas.
Esta patología, en muchas ocasiones es abordada como un problema mayoritariamente de la zona lumbar, por lo que a pesar de estar siendo tratados, los dolores siguen aumentando.
Aunque el problema sea de la zona lumbar, que también es posible, debemos comprobar siempre la musculatura del suelo pélvico, ya que son los cimientos de la zona lumbar y si está lesionada, también puede provocar algún síntoma secundario en cualquier musculatura cercana. Si por el contrario, la patología es del suelo pélvico, al tratarlo conjuntamente, conseguimos ganar tiempo para descubrir la raiz del problema y poder solucionarlo.
Una vez centrado nuestro problema en el suelo pélvico, los síntomas de este tipo de dolor, en hombres y mujeres se describen de la siguiente forma:
- Aumento de la frecuencia miccional
- Dificultad para iniciar la micción y cambios en la presión
- Sensación de ardor y/o quemazón en la zona genital
- Dolor al evacuar
- Incontinencia urinaria y/o fecal
- Sensación de cuerpo extraño situado en el recto
- Sensación de no acabar de evacuar
- Dolor que dificulta o impide estar sentado
- Dolor en cualquier parte de toda la esfera de la pelvis
- Sensación de cistitis o infección
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Dolor post eyaculatorio
Cuando tenemos un dolor, solemos preguntarnos qué ha podido causarlo o de dónde viene, por ello, os diremos algunas situaciones que pueden provocar una posterior patología en el suelo pélvico y su dolor pélvico crónico.
- Infecciones repetitivas
- Cirugías urológicas, ginecológicas, abdominales o proctológicas
- Cicatrices en la zona pélvica, perineal y/o abdominal
- Estreñimiento
- Fisura anal
- Alteraciones posturales: dismetrías, escoliosis,etc.
- Actividades o deportes repetitivos como taxistas o ciclistas
- Enfermedades del aparato digestivo: Crohn, colon irritable, colitis ulcerosa, cáncer de recto, cáncer de colon o fibromialgia.
- Endometriosis, ovarios poliquísticos
- Síndrome congestión pélvica
- Factores psicológicos
- Tensión en la musculatura del suelo pélvico
Por lo tanto, si padeces cualquiera de estos síntomas o has sufrido alguna de las patologías que acabamos de mencionar, te aconsejamos que acudas a un especialista de suelo pélvico para valorar y tratar tu dolencia.
Queremos que sepas que podemos ayudarte. Con nuestros tratamientos de suelo pélvico conseguirás reforzar la musculatura y disminuir el dolor, hasta su desaparición.
Si quieres saber cómo está tu suelo pélvico, no lo dudes y ven a Clínica de Fisioterapia Álvaro Zapatero para que nuestra especialista en suelo pélvico e hipopresivos, Marta Cuesta, te valore y te ayude a tratar estas patologías.
Y si queréis que os hablemos de algún tema en concreto, solo tenéis que pedirlo en el e-mail de nuestra clínica clinica@clinica-fisioterapia.com