Desde lesiones por desgaste, roturas de ligamentos y de meniscos tras la práctica de deporte o tras torsiones fortuitas hasta inflamaciones de diversa índole pueden provocar problemas que generen una gran incapacidad y limitación en nuestra vida diaria.

Es importante tener claro cuál es el origen del dolor, por lo que acudir al especialista facultativo es un primer paso a seguir, de modo que se pueda diagnosticar adecuadamente la causa del dolor a través de las pruebas pertinentes que considere el médico tales como Rayos X, ecografía o resonancia magnética si fuera necesario.
En este sentido, el fisioterapeuta es el especialista que va a proporcionar la recuperación del paciente, bien si ha habido intervención quirúrgica, bien si se necesita únicamente un tratamiento conservador.
Sea como fuere, un correcto tratamiento de fisioterapia es esencial ya que, si ha habido intervención quirúrgica, evitaremos el mayor número de secuelas posible y proporcionaremos una óptima recuperación. Por otro lado, ante dolencias habituales provocadas por desgaste, tendinitis e inflamaciones varias daremos un apoyo terapéutico que ayude eficaz y eficientemente ante esos dolores que la medicación no evita con contundencia.
Además, el fisioterapeuta acompaña, dirige e indica cómo afrontar nuestro día a día de forma que sepamos prevenir a través de ejercicios, higiene postural, etc.
